Waldo Ariel: Su actuación lo está dejando solo


Por: Miguel Melenciano

Si el pueblo te tiene en el olvido, y desea salir del anonimato, tiene que hacer algo grande que repercuta en la gente, y así, volverá a tener beligerancia, por lo menos, durante el tiempo que el ruido se haga eco, en los oídos de los que te relegaron a un segundo plano. Esto es un principio mercadológico muy usado en estos tiempos, por artistas y políticos del patio.

Ahora bien, cuáles serán los resultados y consecuencias de ese ruido provocado, a futuro: bueno, malo, pasajero, permanente, o solo se quiso lograr el “objetivo del momento”, buscar sonido. Hay veces que, en vez de aclararnos el camino, quedamos ciego por el brillo de la luz que nos guías hacia este.

Dice Esther Friedman que nuestros actos y palabras tienen consecuencias, aunque no seamos conscientes ello. Un gesto, una mala palabra, un burla, una ironía tienen un efecto en el otro del cual no nos damos cuenta. No tomamos responsabilidad del daño que podemos hacer con actitudes en que provocamos que el otro se sienta incómodo, molesto o enojado.


Hay un pueblo que ve, escucha, analiza y saca sus propias conclusiones. Este pueblo no es estúpido, aunque muchos crean que sí, y lo traten como tal. Nuestras gentes son inteligentes, sabías, y en su modo de análisis lo hace con el sentido común, utilizando siempre las comparaciones, en función de los que le ha dado beneficios.

Es por ello que Waldo Ariel Suero, será responsable antes la población, por el resabio de niño, discusión vana, estéril e improductiva y al riesgo que pretende someter a los habitantes con el abandono de los hospitales y sus emergencias, por parte del sector médico que representa, ya que la parte consiente, ante su actitud irracional, lo ha dejado solo.

Ya está bueno de buscar sonido, y jugar con la salud de los dominicanos, el gobierno ha hecho la mejor de la oferta al sector salud, y Waldo Ariel, convertido en instrumento de un partido político se niega a aceptarla, aunque beneficie al sector que dice representar, trancado en el hecho de que los médicos no deben trabajar más de dos horas diarias.

La soledad, si no se acoge a las mayorías, es el destino de la irracionalidad y, a ese camino se dirige Waldo Ariel, puesto que 21 gremios de trabajadores de la salud se han acogido a la propuesta del gobierno, ya que ésta les provee los beneficios, que desde hace tiempo atrás estaban exigiendo.

Creo que no habrá que matarlo, como manifestó el presidente de una parte de los médicos, para que estos cumplan con el pedido del gobierno, de que trabajen por lo menos, seis (6) horas al día, atendiendo a la población, ahora bien, el encierro en sus propias palabras y la actitud arrogante podrían ser el resultado y consecuencia de sus actos en contra del pueblo.

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