Conmoción política por trágica muerte de hijo de la senadora Isabel Allende


Verdadero impacto provocó este jueves la noticia de la muerte de Gonzalo Meza Allende, hijo de la senadora Isabel Allende y nieto del ex Presidente Salvador Allende, quien según informaciones entregadas por la propia familia se suicidó tras un largo episodio de depresión.
Los restos de Meza Allende fueron encontrados la noche del miércoles por su hermana Marcia Tambutti, de quien era muy cercano, y según lo que se pudo conocer, llevaba un par de días fallecido.
La noticia causó conmoción en el mundo político, donde ya se hablaba del «sino» de la familia Allende, que ha debido enfrentar cuatro suicidios: el ex Presidente Allende, la hermana del ex Mandatario, Laura Allende; la hija de Allende, Tati —quien se suicidó en Cuba— y ahora Gonzalo Meza.
Hoy, desde primera hora se sucedieron las muestras de pesar y las condolencias a la senadora Allende, quien durante la mañana permaneció en su casa de calle Guardia Vieja 392, acompañada de sus más cercanos, entre ellos Moy de Tohá, madre de la presidenta del PPD, Carolina Tohá.
Hasta la casona de Guardia Vieja llegaron además el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, a entregar las condolencias del gobierno, el ex ministro Osvaldo Puccio, el diputado PS Lautaro Carmona y el humorista «Palta» Meléndez, entre otros.
Isabel Allende —quien según sus cercanos estaba “tremendamente afectada, muy mal”— recibió desde temprano llamados de apoyo: del Presidente Sebastián Piñera, de su señora Cecilia Morel, y de la ex Presidenta Bachelet, quien se comunicó con ella desde Estados Unidos.
Según se informó, las exequias serán este viernes a las 11:00 horas en la Parroquia Universitaria ubicada en Pedro de Valdivia con Bilbao, y serán oficiadas por el ex capellán de La Moneda, Percival Cownley.
Su estrecha relación con Allende y la «Tencha»
Gonzalo Meza tenía 45 años, que cumplió el 11 de mayo.
Considerado uno de los nietos preferidos de Allende, tuvo además una estrecha relación con su abuela Hortensia Bussi, con quien sostenía largas conversaciones. De hecho, la muerte de la «Tencha», en junio del año pasado, lo afectó tremendamente. Poco después, además, recibió su golpe más doloroso: el fallecimiento de su señora Gema Salazar, de una leucemia que le fue detectada en forma fulminante.
Ambos habían viajado juntos, a comienzos de 2009 a Nicaragua en representación de Isabel Allende, pues el gobierno de ese país inauguró un puerto con el nombre del ex Presidente. A su regreso, su señora se sintió mal, le detectaron la enfermedad y murió poco después.
Sus cercanos aseguran que nunca pudo salir de la depresión que le produjeron ambas muertes.
También fue muy cercano a Moy de Tohá, quien de hecho lo acogió en su casa cuando regresó de México, donde estudió junto a Carolina Tohá y otros chilenos que vivieron el exilio en ese país.
Quienes lo conocieron aseguran que tenía un carácter singular, que es descrito como “oscilante, depresivo, maniático”. Desde pequeño sufrió, dicen, la “presión” de ser el nieto mayor de Allende. De hecho, su abuelo le enseñó a jugar ajedrez y hasta el día de hoy él hacía clases.
Sufría epilepsia, con episodios que le aquejaban con regularidad. Cuando tenía 14 años viajó con su primo León Pascal a un encuentro de «Los Pioneros», que se hacía todos los años en Cuba, con representantes de todos los países. Los dos como representantes chilenos izaron la bandera de Chile y fueron saludados en esa ceremonia por Fidel Castro. Como eran de la misma edad, vivieron muchas cosas juntos.
La última vez que León lo vio fue hace un mes, en la casa de la Isabel, quien hizo una comida con sus hijos y sobrinos.
Fue el primero en regresar a Chile
Gonzalo Meza fue el primero de la familia Allende en regresar a Chile.
Hubo una discusión familiar y se vino sin el consentimiento de su madre Isabel, con quien nunca tuvo una relación muy cercana. Se compró un pasaje el año 82 y se vino y los sorprendió todos.
Participó activamente en la campaña del «No» y en el proceso de formación del PPD, partido del cual fue uno de los fundadores, pero hace años que no tenía militancia política. Su incursión más activa fue ser concejal en la Granja, en los años 90. Últimamente, afirman, estaba “desilusionado” de la política.
En el último tiempo había trabajado en una consultora de análisis político y comunicacional, pero estaba sin trabajo al momento de su muerte. No tenía profesión, y sus cercanos dicen que tenía una situación económica inestable.
Vivía solo, y pese a su carácter extrovertido era solitario. En Chile se juntaba especialmente con chilenos retornados, en su mayoría de México. En ese país era amigo de Cuatémoc y Lázaro Cárdenas.

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