Por:Miguel Melenciano
Es de todo conocido que los niños, al dejar de ser amantado con el seno de su madre, y que por su nivel de desarrollo psicomotor no puedan beber en un vaso, les es colocado en sustitución para su alimentación la llamada formula latea en un biberón, con el objetivo de que la madre pueda integrarse a las labores productivas, pasado los cuatros a seis meses, en el que se supone el bebe se torna más independiente.
Sin embargo, es desaconsejadas por los pediatras la sustitución de la leche materna por la procesada y suministrada en un envase plástico provisto de una mamila, ya que la leche materna posee elementos necesarios para el desarrollo del sistema inmunitario del infante, así como la inferida relevancia del nexo emocional que se establece durante la lactancia entre la madre y su hijo.
Llegado el tiempo se hace necesario, por un problema de cuido en la salud y desarrollo del bebe, la madre tiene que optar por quitarle el biberón. Esto provocará -en principio- que el niño se derrame en llanto, haga algunas que otras rabietas, se torne un poco grosero y hasta tire al piso cualquier objeto que tenga en sus manos, ósea se sufre un descontrol total en sus actuaciones de manera temporal.
Hay persona adulta que en determinado momento, asumen este tipo de comportamiento. Conducta está que por su edad se vuelven irracional, insensata fuera de toda lógica, asemejándolo a un bebe. Un caso patético y reciente que nos obliga a escribir estos párrafos, es el caso del presidente del Colegio Medico Dominicano, de nuevo Waldo Ariel Suero.
Waldo Ariel Suero, quien con sus amenazas ha logrado sentar al gobierno en la mesa de las negociaciones, haciendo que este asuma de manera integrar, una propuesta que reformaría todo el sistema de salud en beneficio, tanto de los médicos, enfermera, como de los pacientes, se niega a ceder en aspectos básicos y elementales para que la ejecución de esta propuesta sea todo un éxito.
La propuesta del gobierno proporciona al sector que representa Waldo Ariel Suero un aumento al ingreso del personal médico que puede alcanzar entre un 75% y un 85%, compuesto, según la proposición, por dos componentes: un aumento general de 25% y aumentos por incentivos de hasta 50% y 60%. Este aumento se realizara en tres etapas: 10% en enero 2017, 10% en julio 2017 y 5% en noviembre 2017, y el incentivo se otorgara de acuerdo al buen desempeño, etc.
Merecido aumento para el sector salud, pero los pacientes también necesitan que los médicos cedan y proporcionen un poco más de su tiempo, extendiendo su horario de trabajo en los hospitales a 8 horas diaria de trabajo.
Pero Waldo Ariel no cede en la mesa de negociación, y en cambio, como a un bebe a quien se le ha quitado su biberón, hizo rabieta, lanzo improperios, tiro los documentos al suelo y salió como la Jon del diablo de la reunión para destaparse antes los medios, que, ni con tanques, acepta trabajarle al pueblo un horario normal de 8 hora como todo el mundo en dominicana. Es por eso que digo. Es hora de dejar el Biberón Waldo Ariel.
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