Partidos Políticos y la Discalculia post electoral





Por: Miguel Melenciano

El exitoso proceso electoral que acaba de transcurrir, y que sectores interesados han tratado de empeñar,  creando una estela de dudas, a través del uso de  métodos violentos, creyendo, que con estos actos subversivos, tendrían la capacidad de variar la voluntad popular expresadas en las urnas,  fue sellado con broche de oro, con el reconteo de los votos a todos los niveles.

Actos sediciosos que no fueron nuevos, pues, surgieron previamente al proceso electoral del 15 de mayo -antes los modernos avances tecnológicos que quiso implementar la JCE- con la solicitud de la organización cívica Participación Ciudadana, de que un 10 por cientos de los votos en el nivel presidencial, fueran contado manualmente.

Como no había nada que esconder, la institución electoral le respondió a la organización cívica que aceptaba el conteo manual en el nivel presidencial de un 15%, continuando con el 100 %,  para satisfacción también de las organizaciones políticas, pero esto no fue suficiente, para los partidos, quienes exigieron, además, el conteo manual de los puestos congresuales, municipales, distritales, y por ahí pa’bajo.


Todos los reclamos fueron atendidos -menos uno- y esté, si es verdad que la JCE, ni Participación Ciudadana, ni UNASUR, ni la OEA, ni la ONU, ni los Derechos Humanos, ni los observadores que presenciaron el proceso pueden volver para atrás, la voluntad del pueblo expresadas en las urnas, que le ha provocado  el síndrome de la Discalculia Post Electoral a los dirigentes políticos.   

Este síndrome aparece en individuo que dirigen organizaciones políticas, que participando de un proceso electoral, se resisten a aceptar los resultados cuando no les son favorables, sean estos contados, de forma manual y/o digital, o las dos formas a la vez.

Aunque estos “líderes” políticos tienen un coeficiente intelectual normal, la Discalculia le produce  incapacidad para realizar operaciones matemáticas o aritméticas.  Esta no guarda relación con el nivel intelectual ni con el método de enseñanza utilizado, pero sí con otro tipo de alteraciones.    Se considera una variación de la dislexia.

Lamentablemente para ellos, el reconteo de los votos a nivel municipal y congresual de manera manual, después del escrutinio electrónico. Mismo tratamiento que se le dio al nivel presidencial, ha aportado  iguales resultados.  Desmontando de una vez por toda, la reclamación de algunos partidos de que en los pasados comicios se había realizado un supuesto “fraude electoral”. Y confirmando el padecimiento de estos, del síndrome de Discalculia Post Electoral.

Comentarios