La gobernabilidad entre el miedo y amenazas condicionales



 Por: Miguel Melenciano

"los jesuitas se atrevían a desafiar el poder del virrey con la amenaza del escándalo, medio al cual recurrían a menudo cuando querían someter a cualquier autoridad española”.

‘En el contexto de un delito de extorsión es muy frecuente que también se produzca el de “amenazas condicionales”, puesto que para doblegar la voluntad de una persona se pone en peligro tanto el patrimonio como otros aspectos no materiales. También puede ir vinculado a los delitos de calumnia o injuria, en caso de que el agresor haya difundido una información a sabiendas de que es falsa (calumnia) o haya expresado algo que menoscabe la fama de otra persona (injuria)”. JB MARTÍN ALGARRA. 
 
Parece mentira,  pero todavía se ven cosas que se creían superadas, máxime, cuando se entiende que el país marcha hacia un régimen de respeto a las instituciones democráticas constitucionalmente establecidas, pero al parecer, esta solamente ha de respetarse cuando le conviene a quien le conviene.



Es en ese contexto que, voces agoreras anuncian sin fundamentos, la ocurrencia de  una estela de males o desdichas en caso de que no se haga, los que ellos consideran, es el bien del bien, y de lo contrario será el mal de todos los males, y por ellos, en caso de hacer lo que se tiene que hacer, tendrían que pagar la consecuencia de sus predicciones.  Tierra arrasada.

Así es como pronunciamientos realizados recientemente por instituciones dela auto nominada “sociedad civil” a los poderes del estado, democráticamente electos, llámese: Presidente de la Republica y Congreso, consignan una amenaza implícita de: intimidar, acobardar, advertir, notificar, conminar, dar ultimátum, admonición, maldición, etc., etc. Bla  bla blá.

Con el uso de estas frases para coaccionar: “No habrá paz y sosiego en el país”, “Salvar la gobernabilidad”, “Grado de concertación”, “fortalecería las resistencias políticas y sociales generando ingobernabilidad”... se pretende asustar como niños a las instituciones del estado, así como, a los que entienden que el Doctor Roberto Rosario, cuyo único delito fue aplicar lo que establece la Constitución y las leyes, junto a los demás miembros,  continúen en la JCE.

Para mí, las personas e instituciones que supuestamente luchan por el fortalecimiento de la Democracia, la Constitución,  y las instituciones públicas,   no deberían amenazar, ni chantajear, ni mucho menos amedrentar, muy por el contrario, deberían convencer con argumentos lógicos y precisos; con amenazas de este tipo, antes que amedrentar, pierden credibilidad….He dicho…

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