En el más reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la República Dominicana quedó bien posicionada por la capacidad demostrada en el manejo de la crisis financiera del 1999, el mantenimiento de una inflación razonablemente baja y los efectivos instrumentos gubernamentales para asistir a los pobres y reducir la desigualdad social.
El informe dado a conocer en la víspera por la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, refiere que entre los países donde la pobreza disminuyó entre 2008 y 2009 están Brasil (de 25,8% a 24,9%), Paraguay (de 58,2% a 56%), República Dominicana (de 44,3% a 41,1%) y Uruguay (de 14% a 10,7%). Agrega el organismo económico regional que con todo y la referida crisis el promedio regional de disminución de la pobreza para este año es del uno por ciento.
Sugiere la CEPAL que el adecuado y certero manejo de la crisis financiera global impidió que Latinoamérica retrocediera más allá del nivel en que se encontraba en el 2008 respecto de las condiciones generales de pobreza, y que ello se logró en gran medida por la intervención de los Estados amparando con diversas formas de transferencias a los sectores poblacionales más vulnerables.
En ese orden, el documento manifiesta una ponderación a las transferencias públicas orientadas a aminorar el impacto de la crisis, considerando que ello permitió reducir la desigualdad en la región.
En diferentes medios de divulgación internacional se reporta que dichas cifras muestran por primera vez la capacidad de América Latina de reponerse frente a las adversidades de una crisis económica.
"Los países de la región muestran una resiliencia en las variables sociales que no se había registrado en crisis precedentes", indicó textualmente la secretaria ejecutiva de la CEPAL, la economista mexicana Alicia Bárcena.
"La combinación entre el aumento en los ingresos laborales de los hogares pobres y las transferencias públicas orientadas a aminorar el impacto de la crisis permitió reducir la desigualdad en la región", agregó.
Bárcena destacó asimismo el "papel fundamental del Estado en el desarrollo de mecanismos para enfrentar las desigualdades de origen", no solamente en períodos de crisis sino en tiempos de estabilidad y crecimiento económico.
Dijo que la región latinoamericana en conjunto destinó un gasto público social, dentro del gasto público total, del 12,3% en 1990 y que éste pasó a 18,4% en 2008, cifra que se mantuvo a pesar de la crisis del 1999.
"Hay una voluntad explícita y capacidad de los países para mitigar los costos sociales de la crisis y avanzar hacia políticas sociales más integrales", concluyó la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica de América Latina (CEPAL).
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